Por Juan Pablo Zunino
David de Ugarte es un español, de profesión economista y tecnólogo. Pasa sus días analizando los cambios y reacciones que genera en la cotidianeidad, el fenómeno de Internet y sus redes socales.
Editó varios libros, entre los cuales se destacan: Filés, De las naciones a las redes y El poder de las redes.
Hay un común denominador en estas tres publicaciones, y es la palabra red. La obsesión de este emprendedor madrileño.
En El poder de las redes, se muestra a la red como la forma de relacionarse del ser humano dentro del marco de una sociedad determinada. El autor, de Ugarte, plantea que Internet genera un fenómeno acorde a este tipo de relación social, ya que permite conectar a millones de todo el mundo. Es decir, que ese grupo que se juntaba en la esquina para debatir alguna idea, ahora lo hacen desde sus casas, se expresan y deliberan con miles de personas ubicadas en cualquier parte del mundo.
En el libro de David de Ugarte, El poder…, se muestran tres tipos de redes: centralizada, descentralizada y distributiva.
En esta ocasión voy a hablar de la descentralizada. La información parte de un punto madre y la reciben nodos pequeños que distribuyen lo recibido. Es una red en la que se pueden generar problemas de índole receptiva. Por ejemplo, las empresas que ofrecen servicios de banda ancha. Éstas instalan una fuente principal cuya función es abastecer de Internet a los barrios que tiene contratado el servicio. Cada barrio tiene su propio nodo, que a su vez, provee a los –denominados- micro elementos de manzanas. Cuando el nodo principal envía más información de la que uno barrial puede recibir se genera una saturación.
La red descentralizada. La información parte de un punto madre y la reciben nodos pequeños que distribuyen lo recibido. Por ejemplo, en un call center un gerente genera un cambio en la información brindada por los operadores. Quienes hacen de intermediarios entre éstos son los jefes del sector. El gerente informa de de la decisión tomada a los supervisores de cada sector del call. A su vez, transmiten lo mencionado a los operadores que cumplen la función de hacer llegar a los clientes los cambios que hará la empresa.
jueves, 15 de abril de 2010
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1 comentario:
Hola Juan Pablo,
tu post está muy bien. Sin embargo, el ejemplo que mencionás no aplica 100&, ya que como insiste De Ugarte en su libro, tenemos que pensar los nodos como personas, grupos, organizaciones, no como computadoras o clientes de un servicio de banda ancha.
Me gustaría que pienses un ejemplo en este sentido,
me avisas por mail cuando lo hayas actualizado?
Gracias,
María Noel
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