sábado, 4 de octubre de 2008

ESCLAVOS DEL SIGLO XXI



Una precaria iluminación, un inimaginable desorden y un desagradable olor a encierro forman parte del paisaje con el que conviven día a día María y su familia. La mujer de 30 años llegó hace 5 meses a Argentina en compañía de su esposo, su hijo de dos años, su sobrina de un año y cuatro familiares más, todos de nacionalidad boliviana.
Sus vidas transcurren dentro de cuatro paredes que, descascaradas por la humedad, parecieran derrumbarse cuando alguien golpea la puerta. Allí duermen, comen y trabajan más de 16 horas diarias, de lunes a lunes, para terminar los 250 pares de zapatos semanales que les exigen quienes los trajeron.
En la avenida Santa Fe, los calzados adornan las vidrieras y sus valores superan los 350 pesos. María y su familia manifiestan que los 1.500 pesos mensuales que cobra el grupo familiar, 250 pesos por cada mayor si cumplen con la producción exigida, están bien porque además pueden vivir en el taller.
Existen organizaciones que utilizan engañosos mecanismos para reclutar mano de obra barata en diferentes ciudades o localidades de Bolivia. Gracias a un tal “Don Oscar”, como lo identifica la mujer, pudieron dejar Bolivia para afincarse en la ciudad de Caseros, provincia de Buenos Aires.
En el siglo XXI, solo en capital federal hay màs de 200 talleres, según la Ministro de Derechos Humanos de la Ciudad, Gabriela Cerruti, que implementan la trata de esclavos, abolida en el artículo 15 de la Constitución Argentina de 1853, con los inmigrantes bolivianos que ingresan a la Argentina en busca de trabajo.
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jueves, 2 de octubre de 2008

HECHA LA LEY, HECHA LA TRAMPA


Greenpeace lanzó una campaña con el fin de juntar firmas para que se reglamente la “Ley de Bosques” (aprobada en noviembre de 2007), porque la ley no logró frenar los desmontes. Las amenazas a los aborígenes, las denuncias de trabajo esclavo, y la tala indiscriminada, continúan de manera impune.
En plena discusión parlamentaria por la Ley de Bosques, el gobierno salteño convalidó las autorizaciones para el desmonte de más de 400 mil hectáreas para el 2008 (54 estadios de fútbol por), cifra que supera ampliamente el promedio de deforestación de todo el país.
El problema no es solo ecológico. En los bosques chaco-salteño habitan muchas comunidades aborígenes a quienes deberían respetarles el hábitat como indica la Ley 21160. Los pobladores del “El Escrito” quedaron viviendo en una cortina forestal de 50 por cien metros de bosque.
Las empresas encargadas de la explotación maderera han arrasado, hasta, con las salas de primeros auxilios de la zona. Greenpeace espera el apoyo de más de 1 millón y medio de firmantes que forzaron la aprobación de la “Ley de Bosques”. Quizá los gobernantes comiencen a escuchar a quienes los pusieron en el lugar que hoy ocupan.



Si te interesa participar y colaborar con causas que nos incumben a todos te recomiendo ingresar en http://www.greenpeace.org.ar/cyberacciones/index.php?cyberaccion=5007 y así ayudar con tu firma digital para que la "Ley de Bosques Nativos" sea reglamentada.
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