Por Pablo Berisso
El economista y tecnólogo nacido en Madrid, España, David Ugarte (40), se sumergió en la evolución de las tecnologías y en cómo, a través del tiempo, estos nuevos descubrimientos influyen en las diferentes formas de relacionarse e informarse entre las personas. En su libro El poder de las redes intenta demostrar la adaptación de la sociedad a la evolución tecnológica, y viceversa; y analiza cómo evoluciona la sociedad hacia un sistema donde todo termina descentralizado, donde todo tiene relación con todo.
Se considera uno de los primeros nativos digitales, ya que con tan solo 9 años comenzó a programar con una consola Atari de video juegos de cartucho Atari. Es un precursor en las nuevas tecnologías y sostiene que la democracia, en sí misma, no sirve. Que desde la invención del telégrafo -pasando por el teléfono, las computadoras personales e internet (y su masiva distribución)- la vida cotidiana va encaminandose hacia una sociedad descentralizada, o sea, comunidades en las cuales las personas puedan elegir hacer lo que quieran, sin tener que someterse a lo que la mayoría crea que es mejor.
Cuando habla de redes, Ugarte sostiene que hay tres tipos diferentes: centralizada, descentralizada y distribuida. En ese mismo orden, es como de a poco cada una fue reemplazada por la otra, a causa de las posibilidades que fueron dando la aparición de nuevas formas de relacionarse con otras personas. El fin del camino lo marca la red distribuida, porque es una posibilidad que empieza a visualizarse gracias a la posibilidad de comunicaión masiva e inmediata que brinda internet. En tanto, en filtro de información, en la web no existe un poder supremo que decida que se dice y que no, ni que se hace o no; simplemente las personas distribuyen lo que creen importante. Acción que impulsa un boca en boca digital donde es imposible ocultar algien no quiera que sea difundido, como suele suceder en redes sociales como: Facebook, orkut, cadenas de mails, entre otras formas que brinda el nuevo sistema de comunicación.
El economista y tecnólogo nacido en Madrid, España, David Ugarte (40), se sumergió en la evolución de las tecnologías y en cómo, a través del tiempo, estos nuevos descubrimientos influyen en las diferentes formas de relacionarse e informarse entre las personas. En su libro El poder de las redes intenta demostrar la adaptación de la sociedad a la evolución tecnológica, y viceversa; y analiza cómo evoluciona la sociedad hacia un sistema donde todo termina descentralizado, donde todo tiene relación con todo.
Se considera uno de los primeros nativos digitales, ya que con tan solo 9 años comenzó a programar con una consola Atari de video juegos de cartucho Atari. Es un precursor en las nuevas tecnologías y sostiene que la democracia, en sí misma, no sirve. Que desde la invención del telégrafo -pasando por el teléfono, las computadoras personales e internet (y su masiva distribución)- la vida cotidiana va encaminandose hacia una sociedad descentralizada, o sea, comunidades en las cuales las personas puedan elegir hacer lo que quieran, sin tener que someterse a lo que la mayoría crea que es mejor.
Cuando habla de redes, Ugarte sostiene que hay tres tipos diferentes: centralizada, descentralizada y distribuida. En ese mismo orden, es como de a poco cada una fue reemplazada por la otra, a causa de las posibilidades que fueron dando la aparición de nuevas formas de relacionarse con otras personas. El fin del camino lo marca la red distribuida, porque es una posibilidad que empieza a visualizarse gracias a la posibilidad de comunicaión masiva e inmediata que brinda internet. En tanto, en filtro de información, en la web no existe un poder supremo que decida que se dice y que no, ni que se hace o no; simplemente las personas distribuyen lo que creen importante. Acción que impulsa un boca en boca digital donde es imposible ocultar algien no quiera que sea difundido, como suele suceder en redes sociales como: Facebook, orkut, cadenas de mails, entre otras formas que brinda el nuevo sistema de comunicación.
Hay muchos ejemplos que fundamenta la teoría del autor. El portal web http://www.taringa.net/ logró evadir las trabas legales que intentaron imponer las compañías discográficas durante años para evitar la piratería. Durante años, las productoras de discos lograron el cierre de muchos sitios de descarga gratuita música, hasta que los creadores de Taringa encontraron la manera de ofrecer el servicio de descargas sin sufrir consecuencias legales, porque los responsables del servicio son millones de usuarios anónimos que suben y bajan diferentes tipo de archivos. Hoy es muy facil, y está al alcance de cualquier persona que tenga una computadora y conección a internet, bajarse gratis discografías completas, videos y películas, entre muchas otras cosas. Gracias al poder de las redes gestadas por internautas de cualquier parte del mundo.