LOS BIOCOMBUSTIBLES NO SERÍAN LA MEJOR ALTERNATIVA PARA REEEMPLAZAR A LOS COMBUSTIBLES FÓSILES
La FAO, académicos y organizaciones ambientalistas, entre otros, sostienen que los combustibles alternativos son más perjudiciales que los derivados del petróleo. Serían responsables del aumento del hambre en el mundo.
“Los biocombustibles no deberían ser vendidos como algo bueno. Provocan deforestación y el aumento de los precios internacionales de los alimentos”, sostiene Hernán Giardini, coordinador de la “Campaña de Bosques” de Greenpeace, en respuesta a la gran publicidad que muchos gobiernos hacen de ellos.
Los nuevos combustibles son presentados como una excelente alternativa para reemplazar a los derivados del petróleo, eso si no se evalúan los daños colaterales que causa el proceso de producción. Actualmente están siendo incentivados por el Gobierno nacional y algunos mandatarios provinciales.
Un estudio de la Academia Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos determinó que si todo el maíz sembrado en el país fuera usado para etanol y toda la soja convertida en biodiesel, sólo desplazarían el 12 por ciento de la demanda de gasolina y menos de 6 por ciento de la demanda de diesel.
El biólogo Guillermo Radkiewicz, de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, sostiene que “el problema más grave que se suscitará será la falta de productores de alimentos porque todos sembrarán para producir, por ejemplo, biodiesel”.
La Organización de Agricultura y Alimentos (FAO) de Estados Unidos reconoció como "posibilidad remota" que se alcance el objetivo de reducir a la mitad el hambre en el mundo en 2015. El aumento de precio de alimentos y fertilizantes, la producción de biocombustibles y la especulación incrementaron el número de hambrientos del planeta en 75 millones, lo que enmarca en un total de 923 millones de personas, según un informe publicado en el diario "El País" de España.
Los nuevos combustibles son presentados como una excelente alternativa para reemplazar a los derivados del petróleo, eso si no se evalúan los daños colaterales que causa el proceso de producción. Actualmente están siendo incentivados por el Gobierno nacional y algunos mandatarios provinciales.
Un estudio de la Academia Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos determinó que si todo el maíz sembrado en el país fuera usado para etanol y toda la soja convertida en biodiesel, sólo desplazarían el 12 por ciento de la demanda de gasolina y menos de 6 por ciento de la demanda de diesel.
El biólogo Guillermo Radkiewicz, de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, sostiene que “el problema más grave que se suscitará será la falta de productores de alimentos porque todos sembrarán para producir, por ejemplo, biodiesel”.
La Organización de Agricultura y Alimentos (FAO) de Estados Unidos reconoció como "posibilidad remota" que se alcance el objetivo de reducir a la mitad el hambre en el mundo en 2015. El aumento de precio de alimentos y fertilizantes, la producción de biocombustibles y la especulación incrementaron el número de hambrientos del planeta en 75 millones, lo que enmarca en un total de 923 millones de personas, según un informe publicado en el diario "El País" de España.
La organización ambientalista Greenpeace acusa al gobierno alemán de estar conduciendo “a la destrucción de los bosques nativos” de la Argentina para la plantación de soja y producción de biodiesel que se exporta a aquel país, como lo indica el diario Crítica de la Argentina en su edición del 2 de abril de 2008.
UNA DE SUS CONSECUENCIAS
Salta y sus bosques nativos
LOS DESMONTES Y LOS BIOCOMBUSTIBLES
Los bosques nativos estarían siendo destruidos para producir biodiesel para los países europeos.
Durante una entrevista con el diario Crítica de la Argentina, Alexander Hissting, responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace Alemania, estimó que en 2008 las exportaciones argentinas de biodiesel rondarán el millón de toneladas, por lo que "si el gobierno alemán sigue adelante con esta política, estará conduciendo a la destrucción de los últimos bosques nativos de Argentina".
Por tal motivo es que en noviembre de 2007, Greenpeace Argentina logró, con el apoyo de más de un millón y medio de firmas, su sanción de la “Ley de Bosques”. Hoy están luchando por conseguir la reglamentación porque el gobierno salteño convalidó el desmonte de 400 mil hectáreas, autorizada por la gestión anterior.
“Los legisladores salteños pretenden elevar a más de un millón de hectáreas la cifra de desmontes”, sostiene Hernán Giardini, coordinador de campaña de bosques de Greenpace. “Estamos en condiciones de probar que estos desmontes son para plantar soja para biodiesel”, afirmó.
Todas las declaraciones provienen de entrevistas personales realizadas con los citados.
UNA DE SUS CONSECUENCIAS
Salta y sus bosques nativos
LOS DESMONTES Y LOS BIOCOMBUSTIBLES
Los bosques nativos estarían siendo destruidos para producir biodiesel para los países europeos.
Durante una entrevista con el diario Crítica de la Argentina, Alexander Hissting, responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace Alemania, estimó que en 2008 las exportaciones argentinas de biodiesel rondarán el millón de toneladas, por lo que "si el gobierno alemán sigue adelante con esta política, estará conduciendo a la destrucción de los últimos bosques nativos de Argentina".
Por tal motivo es que en noviembre de 2007, Greenpeace Argentina logró, con el apoyo de más de un millón y medio de firmas, su sanción de la “Ley de Bosques”. Hoy están luchando por conseguir la reglamentación porque el gobierno salteño convalidó el desmonte de 400 mil hectáreas, autorizada por la gestión anterior.
“Los legisladores salteños pretenden elevar a más de un millón de hectáreas la cifra de desmontes”, sostiene Hernán Giardini, coordinador de campaña de bosques de Greenpace. “Estamos en condiciones de probar que estos desmontes son para plantar soja para biodiesel”, afirmó.
Todas las declaraciones provienen de entrevistas personales realizadas con los citados.